Las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump impedirán este año por primera vez que la Misa Binacional por los Migrantes, que por décadas borró simbólicamente las fronteras entre México y Estados Unidos para honrar a los migrantes difuntos, se lleve a cabo en los límites de Chihuahua, Texas y Nuevo México.

El sábado 1 de noviembre el altar será colocado en la ciudad de El Paso, cerca de la frontera, y no sobre el cauce del río Bravo/Grande, debido a que el nuevo gobierno designó este año la frontera de Nuevo México y Texas con Ciudad Juárez como “nuevas zonas federales”.

De acuerdo con los registros periodísticos, desde que comenzó a realizarse en 1998, el evento religioso en el que participan las Diócesis de Ciudad Juárez, El Paso, Las Cruces y Casas Grandes, sólo se suspendió

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