SEMANA conoció un novedoso fallo que emitió la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia contra Termotécnica Industial, una empresa que no habría prevenido el riesgo inminente en el que quedó un trabajador que reparaba el oleoducto Caño Limón-Coveñas, pero terminó asesinado por un francotirador.
La familia de Jairo Aguilar, la víctima, demandó a la compañía al considerar que su muerte fue un accidente laboral, en el que medió la culpa, por eso exigían indemnizaciones y reparaciones por los daños y perjuicios ocasionados a partir del hecho.
Aguilar era operador de retro de oruga y el 14 de septiembre de 2014, reparaba el oleoducto Caño Limón-Coveñas, en la vereda Villanueva, en Teorema (Norte de Santander), por órdenes de Termotécnica, cuando fue impactado por un francot