En los funerales de México , una tradición ancestral permanece vigente en muchas regiones: la colocación de la cruz de cal en el suelo , un símbolo que acompaña el último adiós a los fallecidos. Esta práctica forma parte del repertorio de ritos y creencias vinculados al tránsito hacia la muerte, donde la espiritualidad y los gestos simbólicos mantienen una presencia constante entre las familias mexicanas.

La cruz de cal se forma al esparcir cal blanca en el piso, generalmente sobre la tierra o al pie del ataúd durante velorios y sepulturas . Su figura se asocia a la protección del alma, según la interpretación de múltiples comunidades, y cumple con una función espiritual que trasciende generaciones. De acuerdo con diversas expresiones del sentir popular, esta cruz busca brindar u

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