China y Estados Unidos iniciaron este martes un nuevo capítulo en su guerra comercial con la aplicación simultánea de aranceles portuarios . Se trata de una decisión que no solo impactará directamente en el transporte marítimo y en los costos del comercio entre las dos economías más grandes del mundo, sino en todo el comercio internacional.
El Ministerio de Transporte chino confirmó que aplicará un impuesto de u$s56 a los buques de propiedad, operación o bandera estadounidense , así como a aquellos construidos en ese país o con al menos 25% de capital norteamericano que ingresen a puertos chinos.
La medida es una represalia directa contra Washington, que también desde este martes cobrará u$s50 por tonelada neta a las embarcaciones chinas . Pero la escalada no se detiene ahí: el