No hay escenario más honesto que un trayecto en el metro. Si unos auriculares sobreviven a ese caos —anuncios, zumbidos, conversaciones que se cruzan—, tienen todas las papeletas para ganarse su sitio en el bolsillo. Así empecé a probar los HUAWEI FreeBuds 7i , con curiosidad por ver si unos TWS de 99 euros podían marcar diferencia en lo que de verdad importa: cómo suenan y cómo se sienten después de horas de uso, incluso en los entornos más ruidosos.

Desde entonces se han convertido en parte de mi día a día. Y en ese proceso he confirmado algo: lo que define a unos auriculares no son las promesas técnicas, sino cómo se comportan cuando todo eso pasa a la práctica. Ahí es donde las fichas dejan de importar y empieza lo que realmente cuenta: la experiencia. ¿Son unos auriculares caros s

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