Medio Oriente vive por estas horas un clima de ansiedad y de expectativa como hacía varios años que no ocurría. El acuerdo entre Israel y Hamas podría auspiciar un ciclo novedoso y esperanzador, aunque no exento de tensiones y quiebres o, por el contrario, podría convertirse en un nuevo fracaso que termine arrastrando a todos los actores involucrados en una de las peores tragedias que ha conocido la humanidad desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Dos factores fundamentales habrían incidido en el interés de Donald Trump por propiciar un acuerdo de paz en este momento.

En primer lugar, el ataque de Israel a Doha ocurrido el pasado 9 de septiembre generó un repudio unánime en el mundo árabe e islámico pero, sobre todo, en la Casa Blanca.

Qatar es uno de los principales socios pol

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