Entre el 17 % y el 25 % de las mujeres sufre una agresión sexual en algún momento de su vida y el 70 % de ellas padece trastorno de estrés postraumático (TEPT). Un equipo de investigadores ha demostrado que parte de estas mujeres pierde la conexión entre dos áreas claves del cerebro.
Los científicos, del Hospital Clínic de Barcelona (noreste de España), han constatado cómo la comunicación habitual entre dos áreas importantes del cerebro implicadas en el procesamiento y el control de las emociones, la amígdala y la corteza prefrontal, desaparece casi por completo en las víctimas de una agresión sexual.
El estudio, liderado por la doctora Lydia Fortea y presentado en el congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología que se celebra en Ámsterdam, se basa en la comparación de imágenes