En un modesto edificio de un barrio residencial de Valencia, España, el tiempo se detuvo para un anciano jubilado hace 15 años. Su muerte, sin embargo, permaneció invisible hasta octubre de este año 2025, cuando una filtración de agua rompió el silencio de su ausencia.

Este caso, tan insólito como estremecedor, no solo revela un misterio forense, sino que pone en la mesa una pregunta inquietante: ¿Cómo puede alguien desvanecerse sin que nadie lo note? Mientras en Europa la soledad teje tragedias silenciosas, en países como Colombia la vigilancia comunitaria hace impensable un olvido tan prolongado.

Esta crónica, surgida de una noticia con 15 años de retraso, invita a confrontar dos formas de ver un fenómeno real en nuestras sociedades. El anciano vivía solo en un apartamento anodino. D

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