La revocación de visas por parte de Estados Unidos se convierte en un instrumento de presión política sin necesidad de pruebas públicas.

Por NotiPress

Ciudad de México.- La reciente revocación de visas a más de 50 políticos y funcionarios mexicanos por parte del gobierno de Estados Unidos abrió un nuevo frente de tensión bilateral, no solo por su alcance diplomático, sino por las implicaciones políticas y personales que conlleva para los afectados, incluso sin pruebas públicas ni acusaciones formales.

Hasta ahora, solo cuatro funcionarios han admitido haber perdido el acceso a territorio estadounidense, entre ellos la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, quien negó cualquier vínculo con el crimen organizado. Sin embargo, fuentes citadas por la agencia Reuters señalan

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