Dejar de fumar en edades avanzadas se asocia con una desaceleración significativa del deterioro cognitivo, según un estudio internacional publicado en The Lancet Healthy Longevity y liderado por investigadores del University College London (UCL).
El análisis, que incluyó datos de más de 9.400 adultos de 40 años o más procedentes de 12 países, confirma que quienes abandonan el tabaco experimentan una pérdida más lenta de memoria y de fluidez verbal, dos capacidades clave para la vida diaria y la prevención de la demencia.
La tasa de deterioro de la memoria disminuye en un 20% y la de la fluidez verbal en un 50% en quienes dejan de fumar respecto a los que siguen consumiendo tabaco, lo cual equivale a retrasar hasta tres años el envejecimiento mental en seis años. Los