Rompe-cabezas
El espejismo del fin
Kimberly Armengol
Donald Trump quizá vivió el clímax de su vida política al anunciar el fin de la guerra en Gaza; obviamente, no podían faltar las luces, autohalagos, aplausos, porras y promesas de grandeza. Y sí, Donald Trump gana con su imagen de pacificador y líder mundial. Sin su mediación no hubiera sido posible. Nadie le escatima nada. La pregunta que queda es: ¿cuál es la durabilidad del arreglo y sus cambios tangibles en desarme, seguridad y gobernanza?
Tiene que quedar muy claro que las noticias inmediatas son extraordinarias, sobre todo por la entrada de ayuda humanitaria y el cese al fuego. De igual forma, es indispensable recalcar que no se trata de un acuerdo de paz. Es una pausa, no una solución.
Gaza respira, sí, pero entre las ruin