Madrid.- El uso de pulseras de silicona que absorben los contaminantes ha permitido demostrar que los bomberos que inician las quemas en los fuegos prescritos, los llamados ‘antorcheros’, «superaron los límites de seguridad de exposición a las partículas cancerígenas del humo» en un turno de trabajo de cuatro horas.

El Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) de Barcelona, un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado la exposición de los bomberos a los contaminantes que libera el fuego.

Gracias a unas pulseras de silicona colgadas del traje -para evitar que capten el sudor de la muñeca-, y tras monitorizar la exposición de los bomberos a fuegos controlados en Cataluña entre 2022 y 2024, el equipo del IDAEA ha comprobado «que qui

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