Figuras como Martin Luther King Jr., Nelson Mandela, Rigoberta Menchú o Malala Yousafzai nos recuerdan que el compromiso con la paz verdadera implica valentía, coherencia ética y una lucha inclaudicable por la justicia.
Sin embargo, no todo lo que brilla en Oslo es oro. La historia del Nobel de la Paz también está salpicada de decisiones políticas cuestionables, como cuando se otorgó a Henry Kissinger en 1973, pese a su responsabilidad en golpes de Estado y conflictos armados, o cuando se premió a Barack Obama en 2009 apenas asumido el cargo, sin haber demostrado en los hechos méritos suficientes.
En esa línea de premiaciones dudosas, se suma ahora un nombre que ha causado revuelo tanto dentro como fuera de Venezuela: María Corina Machado, reciente galardonada con el Nobel de la Paz 2025