Bajo el árido suelo de Australia, un equipo internacional de científicos ha iniciado una de las búsquedas más ambiciosas de la física moderna: detectar la materia oscura , esa misteriosa sustancia que compone gran parte del universo, pero que aún no ha podido observarse directamente.
El proyecto, denominado SABRE South , se desarrolla en una mina de oro a un kilómetro de profundidad , donde las condiciones subterráneas permiten reducir al máximo las interferencias de radiación cósmica que podrían alterar los resultados. Los investigadores esperan que, en este ambiente controlado, las partículas de materia oscura interactúen con detectores de altísima sensibilidad.
El laboratorio, aislado bajo toneladas de roca, está diseñado con tecnología de blindaje de última generación , que p