A pesar de que muchas mujeres lideran equipos, asesoran en procesos de innovación tecnológica o participan en el desarrollo normativo, su visibilidad y reconocimiento siguen siendo limitados
Ante la pregunta de si es realmente necesario seguir creando espacios de fomento para el desarrollo y empoderamiento de la mujer —y que algunas voces declaran con ligereza, se trataría de un tema superado—, la respuesta no puede sino ser clara y contundente: sí, es necesario. Y, más aún, urgente.
En el ejercicio profesional del derecho, y en particular en áreas altamente especializadas como la propiedad intelectual —disciplina que regula y protege los derechos de autor, las patentes, las marcas, los diseños industriales y otros activos intangibles—, la participación de la mujer en posiciones de lider