




JOHANNESBURGO (AP) — Muchos líderes supuestamente invencibles se han visto obligados a huir de sus países o a esconderse para evitar el encarcelamiento, la ejecución o las represalias políticas por parte de gobiernos que los sucedieron debido a revoluciones, golpes militares o protestas multitudinarias.
El último en unirse a la lista es Andry Rajoelina, presidente de Madagascar, que fue derrocado en un golpe de Estado militar esta semana. Su caída se produjo después de semanas de manifestaciones lideradas por la Generación Z contra las dificultades, la falta de oportunidades y los cortes de energía en la nación insular del océano Índico.
A continuación, un vistazo a otros líderes que han corrido una suerte similar.
En 2024, el exlíder sirio Bashar Assad huyó a Rusia mientras los rebeldes avanzaban hacia la capital, Damasco, para tomar el poder después de años de guerra civil.
A medida que las fuerzas de la oposición se adueñaban del país, Assad llegó a Moscú, poniendo fin a 51 años de gobierno de su familia en Siria.
Durante años, Assad contó con el respaldo de sus aliados Rusia e Irán, quienes lo apoyaron a lo largo de una guerra civil de 13 años contra las fuerzas opositoras.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, le concedió protección a él y a su familia, además de a algunos de sus colaboradores, y se ha negado a extraditarlo a Siria.
En agosto de 2024, la primera ministra con más años de servicio de Bangladesh, Sheikh Hasina, se vio obligada a dimitir y a huir del país después de que oleadas de protestas lograron derrocar a su gobierno.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas estima que hasta 1.400 personas murieron en la represión de las protestas lideradas por estudiantes, que duraron semanas.
Hasina, que sigue exiliada en India, asumió el cargo por primera vez en 1996 y regresó en 2008 para hacerse con el puesto que ocupó hasta su dimisión.
Su padre, Sheikh Mujib Rahman, fue el primer líder del Bangladesh independiente. Fue asesinado en un golpe de Estado militar en 1975.
Tras meses de protestas debido a una devastadora crisis económica, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, huyó en julio de 2022 hacia Maldivas. Regresó unos dos meses después.
El colapso económico de la nación insular del sur de Asia la dejó sin efectivo para pagar importaciones de alimentos y combustible, provocó el impago de su deuda externa y obligó a la población a hacer cola durante días para conseguir gas para cocinar y gasolina.
La ciudadanía culpó del desastre a Rajapaksa, que formaba parte de una poderosa dinastía política familiar.
Se vio obligado a dimitir, junto a su hermano Mahinda Rajapaksa, que fungía como primer ministro; otros dos hermanos y un sobrino que formaban parte de su gobierno.
En febrero de 2014, tras una serie de protestas mortales, el presidente de Ucrania Viktor Yanukovych huyó de la capital, Kiev, para reaparecer más tarde en Rusia.
Las protestas en Kiev surgieron cuando Yanukovych suspendió un acuerdo con la Unión Europea en noviembre y, en su lugar, optó por un préstamo de rescate de 15.000 millones de dólares de Rusia. Yanukovych y los líderes de la oposición llegaron a un acuerdo para poner fin a la crisis política en el país, pero el mandatario huyó en secreto de la capital esa noche.
Los diputados ucranianos votaron a favor de su destitución y de la celebración de elecciones presidenciales anticipadas al tiempo que se emitía una orden de arresto en su contra tras las protestas que dejaron decenas de civiles muertos.
Putin y Yanukovych declararon más tarde que las fuerzas rusas ayudaron al mandatario ucraniano a volar a Rusia a través de Crimea.
El líder libio Moammar Gadhafi perdió el control que había ostentado durante cuatro décadas durante la guerra civil de 2011, que formó parte de los levantamientos de la Primavera Árabe.
Las fuerzas rebeldes derrocaron a Gadhafi después de tomar la capital, Trípoli, obligándolo a huir con un puñado de leales. Se escondió durante semanas en medio del sangriento asedio de los opositores en su ciudad natal, Sirte, uno de sus últimos bastiones.
Gadhafi intentó huir de la sitiada ciudad el 20 de octubre de 2011 con un convoy de combatientes leales, pero la caravana se dispersó tras ser alcanzada por un ataque aéreo de la OTAN. Las fuerzas de oposición localizaron a Gadhafi escondido en una gran tubería de drenaje y lo capturaron.
Tras su muerte, su cuerpo estuvo expuesto al público durante varios días antes de ser enterrado en un lugar desértico y apartado.
Marc Ravalomanana se desempeñó como el sexto presidente de Madagascar entre 2002 y 2009, hasta que fue derrocado por un golpe militar liderado por Rajoelina, que en aquel momento era el exalcalde de Antananarivo, la capital.
Ravalomanana cedió el poder a un consejo militar y huyó a Sudáfrica.
La comunidad internacional consideró la maniobra como un golpe de Estado y retiró toda ayuda, excepto la humanitaria.
Más tarde, Ravalomanana fue condenado en ausencia por conspiración para cometer asesinato en un caso relacionado con la violencia durante su destitución. Fue condenado a cadena perpetua tras un juicio descrito como “injusto” por Amnistía Internacional.
Después de más de cinco años en el exilio, regresó a Madagascar y fue arrestado en su casa. Al año siguiente, se le levantó la condena y fue liberado del arresto domiciliario.
El expresidente de Haití Jean-Bertrand Aristide huyó dos veces de su país durante golpes militares. La primera vez fue seis meses después de convertirse en el primer líder de la isla caribeña elegido democráticamente en 1991.
Sus reformas enfurecieron a la élite militar, y escapó a Venezuela cuando cayó su gobierno. Fue restituido para terminar su mandato, entre 1994 y 1996, con la ayuda de Estados Unidos.
Aristide volvió a ganar las elecciones en 2000, pero en 2004 el país estaba sumido en la crisis y se vio obligado a dimitir, con su gobierno enfrentando una rebelión popular.
Se marchó por segunda vez, en esta ocasión en un avión fletado por Estados Unidos, hacia República Centroafricana y luego se estableció en Sudáfrica. Regresó a Haití en 2011.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.