El debut de los cazas F-35 de última generación marca un antes y un después en las maniobras anuales de la OTAN. Por primera vez, Estados Unidos ha desplegado cuatro cazas F-35 estadounidenses para que participen en el entrenamiento con capacidad dual, es decir, preparados para operar tanto con armamento convencional como con proyectiles nucleares. Este hito tecnológico subraya el continuo esfuerzo de la Alianza por modernizar y adaptar sus capacidades de disuasión a los nuevos escenarios estratégicos. La integración de estas plataformas furtivas es crucial, ya que la verdadera superioridad militar actual no reside solo en el armamento, sino en la .
De hecho, la incorporación de estos aviones furtivos se produce en el marco de «Steadfast Noon», el ejercicio anual de la OTAN que pone a