Un trozo de chicle antiguo elaborado con resina de abedul hace más de 5.000 años aportó una nueva perspectiva sobre la vida cotidiana y la posible división de tareas entre hombres y mujeres en las primeras comunidades agrícolas europeas .
El análisis genético del material, junto con otros objetos reparados con la misma sustancia, permitió a un equipo internacional de científicos recuperar ADN prehistórico humano y de otros organismos.
El estudio se publicó en la revista Proceedings of the Royal Society B y abre la puerta a estudiar cómo se organizaban las labores en el Neolítico .
Fue liderado por Hannes Schroeder y Anna White del Instituto Globo de la Universidad de Copenhague en Dinamarca.
La singularidad del hallazgo reside en el uso multifuncional de la r