Por: Jesús Madrid
Oaxaca, Oax.- Las lluvias de los últimos días nos han recordado lo frágiles que seguimos siendo como país. En Veracruz, las inundaciones han dejado pueblos enteros bajo el agua, caminos destruidos y cientos de familias esperando ayuda que no llega. Y mientras tanto, desde el gobierno solo vemos declaraciones, promesas y fotos, pero nada de soluciones reales.
Lo más grave es que esta tragedia no tendría por qué ser tan grande si existiera el FONDEN, ese fondo que antes servía para responder rápido a desastres. Pero lo desaparecieron. Hoy no hay plan, no hay recursos y, lo que es peor, no hay empatía. Cada estado tiene que arreglárselas como pueda, sin coordinación ni apoyo real.
En Oaxaca sabemos bien lo que eso significa. Cada temporada de lluvias hay comunidades inco