La icónica panadería de la capital grancanaria ubicada en la calle Viera y Clavijo, Miguel Díaz, se enfrenta a un inminente cierre tras más de 105 años de actividad. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha desestimado las alegaciones presentadas por la propietaria Juana Sosa y ha ordenado la «paralización inmediata de la actividad en un plazo de solo dos días», antes de precintar el local.
La denuncia vino por parte de la comunidad de propietarios del edificio Kühner, que advirtió sobre las supuestas molestias por cenizas y hollín que salían de la chimenea. A raíz de esta denuncia, Urbanismo abrió un expediente que concluye que la panadería «carece de cualquier título habilitante para su apertura y funcionamiento» .
El informe jurídico del Consistorio capitalino concluye que,