La asunción por parte de Antonio Sanz, que ya era titular de una Consejería con múltiples atribuciones, de la gestión de Salud debe interpretarse como un movimiento exclusivamente político, dado que Sanz carece de perfil profesional o experiencia que lo relacione con esta materia. El objetivo no es otro que controlar el departamento más difícil y polémico del Gobierno que preside Juanma Moreno cuando la legislatura encara su recta final y consta que la situación de la sanidad pública va a ser el argumento vertebral de una campaña electoral en la que el PP se juega la mayoría absoluta. Sanz llega a una Consejería sacudida por la crisis de los errores en el cribado del cáncer de mama, en la que tendrá que implementar una doble actuación. Por una parte, poner en marcha el plan de choque para

See Full Page