Ucrania y Rusia van camino de entrar en su cuarto invierno desde el inicio de la invasión a gran escalada en febrero de 2022. Ambos ejércitos se encuentran ultimando los detalles de su estrategia de cara afrontar los meses más fríos del calendario, de la que ya se han podido observar pinceladas. En las últimas semanas, Moscú ha centrado gran parte de sus ataques en regiones ucranianas fronterizas o próximas al frente, de cara a reducir sus suministros. No obstante, estos no han sido los únicos objetivos de las fuerzas rusas.
Desde mediados de verano, Ucrania ha venido denunciando un aumento de ataques contra su infraestructura ferroviaria . Uno de los últimos episodios tuvo el 4 de octubre, cuando un grupo de drones golpeó una estación de tren en la localidad de Shostka, en la región