Por Rafael Briceño

C HETUMAL, MX.- En el marco de la conmemoración del 72 aniversario del derecho de la mujer al voto, colectivas que integran la Red Feminista Quintanarroense (RFQ) afirmaron que, a pesar de la paridad en las leyes, el Estado mexicano mantiene un adeudo gigante con la mitad de su población “es una deuda sistémica y estructural que nos cuesta la vida, la dignidad y la autonomía a miles de mujeres y niñas”.

Consideraron que la urna no salda la deuda histórica que se tiene con la lucha por el respeto a los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, los femicidios que se continúan registrando y la violencia política y de género que aún siguen enfrentando.

72 años después de la papeleta, la igualdad sustantiva sigue siendo un sueño pendiente porque la deuda no se paga con discursos, se paga con presupuestos etiquetados, autonomía económica, justicia efectiva y una transformación cultural con enfoque interseccional, enfatizaron.

Lamentaron que el grito de ni una menos siga resonando ante la impunidad sistemática y los feminicidios registrados en el país, la revictimización que son objeto por parte de las fiscalías “aún cuando la vida de las mujeres no tiene precio ni justicia”.

Además, consideraron que el derecho a decidir es rehén “aún falta el aborto legal, seguro y gratuito en todo el territorio. El Estado nos criminaliza y niega la educación sexual integral, vulnerando nuestra autonomía y soberanía corporal”; además de que la paridad sólo está en el papel porque la violencia política y el acoso expulsan a las mujeres de los espacios reales de decisión, ya que los cargos ejecutivos siguen siendo una trinchera masculina. Queremos el poder sustantivo, no sólo el simbólico, dijeron.

La economía se sostiene en el trabajo de cuidados gratuito que hacemos las mujeres pero aún persisten las brechas salariales y la feminización de la pobreza; además las mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales y con discapacidad enfrentan una doble y triple exclusión. Sus derechos colectivos, sus territorios y su voz son invisibilizados por la lógica extractivista y capacitista del desarrollo, afirmaron.

Consideraron que la militarización del país ha traído más violencia sexual y desplazamiento “pero el Estado no sanciona las atrocidades cometidas por sus propias fuerzas armadas. Sin justicia no hay paz”, finalizaron. ( Noticaribe )