Su origen se remonta a un grupo de agricultores visionarios de la provincia de Llanquihue, quienes compartían un mismo desafío: llevar la energía eléctrica hasta sus campos. En aquellos años, las grandes empresas del sector no estaban dispuestas a invertir en zonas rurales debido a la baja rentabilidad que suponía extender redes a lugares apartados y con pocos habitantes. Frente a esa dificultad, este grupo de agricultores decidió organizarse y crear su propia empresa eléctrica bajo el modelo cooperativo, dando vida a la Cooperativa Rural Eléctrica Llanquihue.
Lo que comenzó como un esfuerzo local para iluminar los campos del sur, pronto se convirtió en un motor de desarrollo regional. Con el paso del tiempo, y gracias al trabajo de generaciones de socios, trabajadores y directores, la Co