La historia política de México está llena de contradicciones, de líderes que dicen una cosa y hacen otra. Pero pocas veces habíamos visto un caso tan descarado como el actual. Quienes llegaron al poder envueltos en un discurso de justicia social, democracia y cercanía con la gente, hoy se muestran por lo que realmente son: gobernantes que prefieren callar la voz del ciudadano antes que escucharla, que se atrincheran en el poder antes que rendir cuentas. Se quitan la careta, y debajo no hay nada de demócratas; lo que aparece es el rostro de unos tiranos.
La reforma a la Ley de Amparo es el botón de muestra. Durante décadas, el amparo fue el recurso más valioso con el que contaba cualquier persona para detener un acto arbitrario de autoridad. Fue la creación más noble de nuestro constitucio