En 1989, la cinta estadounidense 'Rain Man', del director Barry Levinson, ganó el premio Oscar a mejor película. En ella, el actor Dustin Hoffman interpreta a un sabio autista con una increíble capacidad para recordar detalles, papel que lo hizo merecedor del galardón al mejor actor principal. En total, el largometraje ganó cuatro premios Oscar ese año, una hazaña que no habría podido ocurrir sin la existencia de Laurence Kim Peek, el hombre de carne y hueso que inspiró la historia y poseedor de una de las memorias más extraordinarias jamás registradas.

Peek nació en 1951, en la ciudad de Salt Lake City (Utah, EE.UU.), con una serie de anomalías craneales y cerebrales. Tenía la cabeza anormalmente grande (macrocefalia), un daño en el cerebelo, encargado de la coordinación y el equilibrio, y, quizás lo más grave: un raro defecto congénito conocido como agenesia del cuerpo calloso. Esta última condición se refiere a la ausencia del haz de tejido nervioso que conecta los dos hemisferios del cerebro. Inicialmente fue diagnosticado erróneamente con retraso mental y posteriormente con autismo.

Cuando apenas tenía nueve meses, un médico les dijo a sus padres que probablemente no podría caminar ni hablar. Se les recomendó internarlo en una institución de salud mental, pero ellos decidieron criarlo con normalidad junto a sus hermanos porque habían comenzado a notar en el pequeño cosas sorprendentes desapercibidas por los especialistas,   recoge un artículo sobre su vida. Aunque ciertamente Kim sufría de graves problemas de desarrollo, que le dificultaban el razonamiento ordinario y realizar tareas simples como vestirse o cepillarse los dientes, sus peculiaridades anatómicas parecían haberlo dotado de ciertas habilidades.

"El monte Everest de la memoria"

Laurence comenzó a demostrar una excepcional memoria desde muy pequeño. Aprendió a leer muy rápido y a los dos años ya era capaz de memorizar enormes cantidades de información.   Según su padre, a los seis ya había leído los primeros ocho volúmenes de una colección de enciclopedias familiares. Recibió clases particulares a tiempo parcial desde los 7 años y completó el programa de secundaria a los 14, aunque las autoridades locales no reconocieron el logro y se negaron a otorgarle un certificado.

Con el tiempo, sus aptitudes fueron desarrollándose cada vez más. Se presume que era capaz de leer dos páginas de un libro en 10 segundos  —una con cada ojo— y que leyó y memorizó unas 12.000 obras a lo largo de toda su vida, incluyendo la Biblia y el Libro de Mormón (uno de los textos sagrados de la religión mormona). Además, se dice que se sabía las guías telefónicas y tenía una extraña facilidad para hacer cálculos mentales con el calendario, diciendo en qué día había caído cierta fecha.

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"Era el monte Everest de la memoria", afirmó el psiquiatra Darold Treffert, un experto en trastornos del espectro autista que pudo interactuar con Peek durante 20 años. La memoria de Kim abarcaba "al menos 15 intereses", entre ellos la historia mundial y estadounidense, los deportes, el cine, la geografía, los programas espaciales y la música clásica. Conocía todos los códigos de área y códigos postales de EE.UU., memorizaba mapas de todas sus ciudades y podía dar indicaciones para llegar a cualquiera de ellas. También sabía cientos de obras musicales clásicas, y recordaba dónde y cuándo se escribieron y se interpretaron por primera vez, detalló Treffert en una nota de 2006.

Su increíble capacidad, solo comparada con la de una computadora, le valió el apodo de 'Kimputer', pero también era llamado 'megasabio'.

¿A qué se debe su talento?

La prodigiosa memoria de Peeks no solo llamaría la atención del escritor Barry Morrow y lo inspiraría para el guion de 'Rain Man'. Los neurocientíficos estaban igualmente interesados ​​con el fin de estudiarlo en busca de pistas sobre sus extraordinarios poderes. En 2004, científicos de la NASA   escanearon su cerebro para observar qué sucedía cuando Peek se expresaba y pensaba, con la esperanza de que la tecnología utilizada para estudiar los efectos de los viajes espaciales en el cerebro ayudara a explicar sus capacidades mentales.

Al respecto, Treffert señala que estudios de imagen hechos a su cerebro mostraron una considerable anomalía estructural, que no pudo vincularse directamente con ninguna de sus habilidades. Sus anomalías a nivel del cerebelo podrían explicar sus problemas de coordinación y movilidad, pero la ausencia de cuerpo calloso no se pudo interpretar del todo.

No obstante, se ha teorizado que, ante la ausencia de dicha conexión entre las dos mitades de su cerebro, su organismo desarrolló una especie de comunicación improvisada entre ambas.  Pruebas demostraron que sus hemisferios cerebrales no estaban separados en realidad y habían formado una única y extensa área, que podría haber servido para el almacenamiento de datos.

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"Quizás las estructuras resultantes permitan que ambos hemisferios funcionen, en ciertos aspectos, como un solo hemisferio gigante, reuniendo funciones normalmente separadas, por así decirlo. De ser así, Peek podría deber parte de su talento a esta anomalía en particular", aseguran Treffert y su colega Daniel Christensen.

'Rain Man' le cambió la vida 

Si bien era una hazaña asombrosa todo lo que podía hacer —considerando sus graves problemas de desarrollo—, Laurence lidiaba al mismo tiempo con profundas discapacidades y dependía de su padre, Fran Peek, para ayudarle con actividades motoras simples y cotidianas. Llevaba una vida aislada y era un  joven tímido y con pocas habilidades sociales que carecía de confianza en sí mismo y rara vez miraba a la cara a otra persona. Así lo describe Fran, quien fue su principal cuidador, guía y amigo. 

Sin embargo, en 1984, los Peek conocieron al guionista Barry Morrow en una reunión de la Asociación de Ciudadanos con Retraso Mental en Texas. Morrow, que esperaba encontrar inspiración allí, quedó atónito con las habilidades de Kim y el resultado fue 'Rain Man'. Aunque se tomó algunas libertades creativas con el guion —el personaje de Dustin Hoffman se describe como autista, mientras que Peek no lo es—, se basó en gran medida en su esencia, aunque no en detalle.

El rodaje de la cinta y su posterior éxito marcaron un punto de inflexión en la vida de Laurence.  La popularidad de la película también impulsó el interés de las personas en todo EE.UU. por el propio Peek. Hoffman le agradeció  en su discurso de aceptación del Oscar, y el interés mediático por sus excepcionales habilidades fue inmediato. Cabe señalar que la estatuilla del Oscar a mejor guion original que ganó Morrow se la entregó a Peek, quien la llevó consigo a sus apariciones públicas durante los siguientes 21 años.

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Kim se convirtió en toda una celebridad, emergiendo de su caparazón para viajar por todo el país demostrando su talento y abogando por la tolerancia hacia las personas con discapacidad. Junto con su padre ofreció conferencias   para promover la aceptación de las personas 'diferentes'. Y aunque sus habilidades sociales nunca se desarrollaron del todo, comenzó a disfrutar de la compañía de la gente, mostrando cierta agilidad al interactuar y siendo más consciente de sí mismo.  También desarrolló habilidades mentales que nunca antes había tenido, como hacer juegos de palabras, e incluso su coordinación mejoró poco a poco, hasta el punto de poder tocar el piano.

Peek falleció de un ataque cardíaco en 2009, a los 58 años, pero logró llevar su mensaje de tolerancia y aceptación a millones de personas, convirtiéndose en un ejemplo positivo para cualquiera con una discapacidad, limitación o necesidad especial. Con dedicación, paciencia y trabajo duro, Kim convirtió lo que habría sido un efecto secundario de su discapacidad en su mayor fortaleza y será recordado como un erudito excepcional.

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