El turno de preguntas suele ser el termómetro del estado de ánimo de los socios barcelonistas en la Asamblea de Compromisarios anual. Al ser una asamblea telemática (una vez más), con pocos compromisarios en modo presencial en el Auditori 1899 , nunca es posible que se arme una revuelta, como en contadas ocasiones ha ocurrido. A Josep Maria Bartomeu , por ejemplo, la platea se le sublevó por el intento de modificación del escudo del club.

Laporta solo se ha atrevido a organizar una asamblea presencial desde que retornara al poder, como si la voluntad de someterse a la fiscalización del socio no fuera sincera. Aun así, y pese a aprobar sin despeinarse las votaciones en liza de este domingo, la junta directiva debió hacer cara a algunas preguntas incómodas. No, no de parte de Joa

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