Cd. de México.- Guadalupe García, una mexicana de 42 años del grupo Inmigrantes Unidos Por Pahuatlán, recuerda el día de la destrucción del lugar de sus sueños.

Fue el viernes 10 de octubre, y lo vio por Facebook, entonces todos los accesos carreteros de Pahuatlán, en la Sierra Norte de Puebla, fueron destruidos por las lluvias torrenciales.

Los puentes rotos; los autos hundidos en el agua turbia; los postes de electricidad tirados; la red hidráulica destrozada por el alud de agua, lodo y piedras que bajó de las montañas verdes y los animales arrastrados por la corriente.

Lo recuerda desde Carolina del Norte, Estados Unidos, donde vive desde hace 21 años, y vuelve a tener un golpe de nostalgia.

"Uno conoce los barrios, los recuerda, y dice: 'bueno, ahí yo no vivo'. ¿No? Pero aun así,

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