Gustavo Ybarra
El panorama cambió. En poco más de dos meses, lo que se anticipaba como un paseo electoral y un desembarco masivo de libertarios en el Senado trocó, al ritmo de errores no forzados de Javier Milei y su mesa de arena política, en un escenario que esperanza a los kirchneristas, más optimistas en que podrán mantenerse por encima o, al menos, que no perforarán el piso histórico de 30 senadores.
Con tan solo siete legisladores y sin la obligación de renovar ningún escaño, esta elección de medio término será todo ganancia para el oficialismo, que sabe que no le queda más que sumar nuevos senadores y que, al menos hasta 2027, seguirá siendo minoría en la Cámara alta.
Sin embargo, los números que circulan en los despachos libertarios del Senado ya no son tan optimistas como lo er