París amanece con una mezcla de incredulidad y melancolía. Este martes, , expresidente de la República Francesa, cruzará las puertas de la de La Santé. Lo hará con la cabeza alta, como él mismo prometió en una reciente entrevista con La Tribune Dimanche: " Mantendré la cabeza alta, incluso frente a las puertas de La Santé". La frase, cargada de orgullo y resignación, marca el inicio de una nueva etapa en la vida de quien fuera uno de los hombres más poderosos de Europa.
La caída de Sarkozy se consuma tras la sentencia dictada el pasado 25 de septiembre, que le condena a cinco años de prisión por la financiación irregular de su campaña presidencial de 2007 con fondos procedentes del régimen libio de Muamar Gadafi. Aunque ha recurrido la decisión, la ejecución provisional de la pena e