Los líderes europeos buscan cómo impulsar sus objetivos climáticos para 2040, pero el debate se embrolla por la competencia de Pekín y los intentos de Washington de aguar las leyes medioambientales
La agenda verde se ha convertido en uno de los grandes caballos de batalla políticos en la Unión Europea. El club comunitario, que ha sido pionero en medidas para afrontar la crisis climática, está ahora dando un paso atrás en sus ambiciones por las presiones internas —de la ultraderecha y de los sectores empresariales— y externas —de China y Estados Unidos—.
Cuando la Unión se tiene que aprestar a dar el visto bueno a sus objetivos objetivo de reducción de emisiones para 2040 antes de la cumbre climática de noviembre en Brasil, los líderes europeos debatirán, una vez más, la flexibilización d