Alejandro Matty Ortega

La detención de una pareja en Hermosillo, Sonora, el pasado 16 de octubre por su presunta participación en una red de trata de personas con fines de mendicidad infantil, ha puesto en evidencia una de las formas más crueles y persistentes de violencia contra la niñez en México:

La explotación sistemática de menores en situación de alta vulnerabilidad.

En este caso, niñas y niños indígenas originarios del estado de Chiapas, con edades que oscilan entre los tres y los diez años.

De acuerdo con los reportes oficiales, los menores eran mantenidos en condiciones de hacinamiento, insalubridad y abandono, forzados a mendigar en las calles de Hermosillo, sometidos a tratos degradantes y expuestos a una violencia estructural que los despoja de sus derechos fundamentales, s

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