Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.

La principal diferencia entre piratas y corsarios, se basaba en que los últimos operaban con un “permiso” conocido como Patente de Corso. Una autorización proferida por los imperios o países poderosos militarmente. Los dos eran vulgares criminales que asesinaban y robaban sin escrúpulos. El Gran Caribe fue testigo y víctima de sus acciones.

No obstante que mediante la Declaración de París de 1856, fue abolida esa macabra forma de saqueo imperial, en pleno Siglo XXI los EE. UU. retoman una similar estrategia de pillaje.

Enarbolando las supuestas banderas de la lucha contra las drogas, igual que los corsarios más peligrosos, asesinan y causan terror en el Gran Caribe. Su objetivo: la depredació

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