Chelsea Clinton, hija del expresidente demócrata que gobernó a Estados Unidos de 1993 al 2001, le reprochó al republicano Donald Trump su “desprecio hacia la historia” de la Casa Blanca, esto a raíz de la orden girada para derribar el Ala Este del inmueble con el objetivo de construir en un elegante salón de baile.
Desde marzo, el mandatario de la nación anticipó que contemplaba modificar el aspecto de la residencia oficial y en agosto anunció un proyecto más definido que implicaría $200 millones de dólares en costos.
Sin embargo, el costo de la obra se elevó a $300 millones de dólares a raíz de que más de 30 compañías se mostraron interesadas en aportar todo el dinero necesario para respaldar el sueño de Donald Trump de contar con un reciento a la altura de las grandes cortes euro

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