En la lengua de suegra, la poda no busca estimular brotes, sino ordenar y sanear. El crecimiento de esta especie es lento y vertical, por lo que cortar por costumbre -cada semana o cada mes- no tiene sentido. Por el contrario, los recortes frecuentes suelen debilitar las reservas de hojas que actúan como “tanques de agua”. La regla es simple: intervenir solo por necesidad , explica el portal del Jardín Botánico de Missouri .
Esa necesidad surge cuando hay hojas quebradas, manchadas o con puntas secas que afean el conjunto. También cuando la maceta queda abarrotada y conviene dividir el cepellón. Fuera de esos casos, la planta puede pasar muchos meses sin tijera . Resiste el olvido, pero no tolera el exceso de celo.
El momento ideal para intervenir es finales de primavera a veran

Clarín

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