La continuidad de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana está en entredicho un año después de las devastadoras inundaciones que afectaron a la comunidad. La gestión de Mazón ha sido objeto de críticas, lo que plantea interrogantes sobre su futuro político y su posible reelección en 2027. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su apoyo a Mazón, especialmente en el contexto de la reconstrucción tras la catástrofe. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que el congreso que debería ratificar su candidatura ha sido aplazado hasta 2026. Las encuestas reflejan un descontento generalizado hacia la gestión de Mazón. Un sondeo reciente de Levante-EMV indica que el 81,2% de los encuestados considera que debería dimitir, y el 90% opina que no debería presentarse a la reelección. Otra encuesta de 40db para El País y la Cadena SER revela que el 71% de los valencianos también apoya su dimisión, incluyendo un 69% de votantes de Vox y un 57% de simpatizantes del PP. La percepción negativa sobre su gestión es notable, con un 75,5% de los encuestados calificándola de mala o muy mala. Juanfran Pérez Llorca, síndic del PP en Les Corts Valencianes, se mostró optimista, afirmando que "toda esa opinión de la ciudadanía irá cambiando" con decisiones valientes y la aprobación de presupuestos que apunten a la recuperación. A pesar del descontento hacia Mazón, el PP sigue siendo la fuerza más votada en la comunidad, con un 31,7% de intención de voto y 34 escaños, aunque perdería seis en comparación con 2023. Sin embargo, el avance de Vox es preocupante, ya que podría aumentar su representación a 17 diputados y un 16,5% de intención de voto, convirtiéndose en la tercera fuerza. Particularmente en la provincia de Valencia, la situación es crítica para el PP, ya que las encuestas sugieren que la izquierda podría superarles, lo que implicaría una pérdida de cuatro diputados. La situación política en la Comunidad Valenciana sigue siendo incierta, y el futuro de Mazón como líder del PP está en la cuerda floja.