Un año después de la dana que azotó Valencia el pasado 29 de octubre, las huellas visibles y no tan visibles de esta tragedia siguen muy presentes entre quienes han logrado recomponer sus vidas y aquellos que todavía hoy se afanan por volver a la normalidad.

Doce meses más tarde de aquel fatídico día, las mejoras en las infraestructuras son evidentes en los municipios que resultaron más afectados en la considerada zona cero , donde no obstante el paso de la riada no ha logrado borrarse del todo.

En localidades como Paiporta, Catarroja, Algemesí, Benetússer, Alfafar o Aldaia fachadas , locales comerciales y bajos de muchas viviendas lucen como nuevos frente a otros, cada vez menos, que siguen destrozados al cumplirse el triste aniversario de aquella catástrofe.

El sonido que se esc

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