La creciente confrontación entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y el exmandatario estadounidense, Donald Trump, ha captado la atención del gobierno mexicano. Los analistas advierten que las represalias de Trump contra Colombia podrían tener implicaciones para otros países latinoamericanos, especialmente México, que comparte desafíos similares en materia de narcotráfico.

Trump ha acusado a Petro de ser "un matón", lo que llevó al presidente colombiano a anunciar acciones legales en Estados Unidos por estas calumnias. El 24 de octubre, el Departamento del Tesoro de EE.UU. incluyó a Petro y su familia en la lista Clinton, lo que les impide realizar transacciones financieras en el país. Manuel Camilo González, profesor de relaciones internacionales, señala que México y Brasil, que tienen afinidad ideológica con Petro, deben estar atentos a estas acciones, ya que podrían ser los siguientes en ser sancionados si se oponen a las políticas estadounidenses.

El narcotráfico es un desafío compartido entre Colombia y México. González advierte que México, como vecino de EE.UU., podría verse afectado rápidamente por las acciones radicales de Trump en el Caribe, donde ha desplegado operaciones militares con buques de guerra y aviones de combate para combatir el tráfico de drogas. Petro ha criticado estas acciones, calificando de "asesinatos" las muertes de 27 tripulantes de embarcaciones atacadas por el Pentágono, y ha exigido que Trump rinda cuentas ante la justicia internacional.

La escalada de tensiones ha llevado a Trump a suspender toda ayuda económica a Colombia, lo que representa una pérdida de aproximadamente 210 millones de dólares para el gobierno de Petro. En respuesta, Trump ha intensificado sus ataques, afirmando que Colombia se ha convertido en "una trampa mortal" para el narcotráfico y advirtiendo a Petro que debe cuidarse de posibles acciones serias contra él y su país.

El 23 de octubre, Trump también hizo comentarios sobre México, sugiriendo que el país está "gobernado por los carteles" y mencionando la posibilidad de una "acción terrestre" contra estas organizaciones. La internacionalista Martha Inés Ramírez advierte que esta escalada podría tener un "efecto dominó" en la política antidrogas de la Casa Blanca, especialmente si Trump utiliza estas tensiones para recuperar popularidad en un contexto donde su aprobación ha disminuido.

La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, se enfrenta a un dilema, ya que mantener una postura neutral podría ser complicado ante la creciente presión de Trump. Ramírez señala que, aunque no hay encuestas confiables sobre la percepción de los estadounidenses respecto a las intervenciones militares, la narrativa de Trump sobre la lucha antidrogas podría resonar con aquellos preocupados por las sobredosis en EE.UU.

En medio de esta crisis, Petro ha llamado a consultas a su embajador en Washington, lo que indica la seriedad de la situación. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán estos acontecimientos y sus posibles repercusiones en la política regional.