Una explosión en una planta de residuos sanitarios en Socuéllamos, Ciudad Real, ha dejado un saldo trágico. Este lunes por la mañana, a las 8:51 horas, se produjo una deflagración que resultó en la muerte de una trabajadora de 51 años y dejó a otros dos operarios gravemente heridos. La víctima fue trasladada en estado crítico al Hospital Universitario de Ciudad Real, mientras que los otros dos heridos, un hombre de 31 años y otro de 58, fueron evacuados a hospitales en Madrid y Albacete, respectivamente. La explosión ocurrió en las instalaciones de Athisa Biogeneración, ubicadas en el polígono industrial El Llano, a un kilómetro de las viviendas más cercanas. Según Rafael Hernández del Hierro, jefe del parque de bomberos de Alcázar de San Juan y Tomelloso, la deflagración generó una gran onda expansiva que rompió cristales y deformó la puerta de la planta. Los primeros informes indican que la explosión se originó en un bidón defectuoso que contenía productos químicos. José Luis Alarcón, presidente de Athisa, explicó que los operarios estaban manipulando formaldehído cuando un tercer bidón, que no estaba siendo tocado, se deformó y explotó. Alarcón descartó que la sustancia fuera autoinflamable y subrayó que la planta cumplía con todas las medidas de seguridad. El Ayuntamiento de Socuéllamos ha expresado sus condolencias a los familiares de la víctima y ha asegurado que no hay riesgo de contaminación para la población. Sin embargo, la explosión ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de la planta, que había sido inaugurada el 31 de marzo como la primera de su tipo en España. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras han exigido una investigación exhaustiva para determinar si se cumplieron todas las normativas de seguridad. Javier Ortega, secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, ha manifestado su inquietud y ha pedido que se esclarezcan las causas del incidente. La planta, que operaba en fase experimental, había enfrentado un fuerte rechazo social desde su apertura. En mayo, miles de personas se manifestaron en contra de su funcionamiento, argumentando preocupaciones sobre la seguridad y el impacto ambiental. La investigación sobre las causas de la explosión está en curso, y las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad en el futuro.