Antes de ser el hombre que lideró a los Piratas de Pittsburgh durante más de cinco temporadas —y que fue destituido tras apenas 40 partidos en 2022—, Derek Shelton fue el hombre que permaneció en segundo plano mientras “ Paul Molitor ponía el tono y Rocco Baldelli aprendía a liderar” . En 2018 y 2019, Shelton no fue el rostro visible, pero sí el que mantenía el pulso. Los jugadores lo recordaban como el que sabía cuándo hablar y cuándo callar, el que ajustaba los lineups sin buscar protagonismo, el que entendía que en Minnesota, la paciencia no es virtud: es necesidad.
Su salida de Pittsburgh no fue un fracaso rotundo, sino una caída en picada en medio de una reconstrucción que nadie quería asumir. Con un récord de 149-217 en sus dos últimas temporadas allá, la

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