En Quintana Roo, el fraude inmobiliario se ha vuelto una práctica más frecuente de lo que muchos imaginan, especialmente a través de redes sociales como Facebook.

En la sección de Marketplace es común encontrar anuncios de casas y terrenos “a precios de oportunidad”, pero no todas esas ofertas son reales.

Detrás de muchas publicaciones se esconden estafadores que se aprovechan de la necesidad o del deseo de encontrar una vivienda barata.

El primer signo de alerta es el precio. Cuando una propiedad se ofrece a la mitad de su valor comercial, algo no encaja.

Es cierto que pueden existir urgencias económicas que motiven una venta rápida, pero difícilmente una reducción tan drástica.

En Quintana Roo, todas las transacciones deben basarse en un avalúo oficial emitido por un perito valuador

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