El descenso de las temperaturas durante el otoño e invierno suele coincidir con un aumento de las molestias articulares en la población. El dolor en las articulaciones , que afecta con frecuencia a rodillas, manos, codos y hombros , no solo se presenta en personas con enfermedades como artritis o artrosis, sino que también puede aparecer en individuos sanos.

Especialistas en reumatología explican que los cambios de temperatura y presión atmosférica tienen un impacto directo sobre las articulaciones. Cuando el ambiente se enfría, los tejidos corporales —incluidos músculos, tendones y ligamentos— tienden a contraerse, lo que genera rigidez y limita la movilidad.

Además, el líquido sinovial , responsable de lubricar las articulaciones, se vuelve más denso con el frío, lo que puede

See Full Page