El proyecto de reforma laboral que el Gobierno quiere debatir en sesiones extraordinarias a partir de diciembre alteró los ánimos de la cúpula de la CGT cuando estaba enfrascada en su elección del 5 de noviembre. Y obligó a los dirigentes gremiales a dejar discusiones para pensar tácticas y estrategias para frenar la iniciativa en tándem con los movimientos sociales.

El dato sobresaliente, que surge desde el seno de la central obrera según pudo corroborar PERFIL, es que este texto solo ayuda a moldear un sindicalismo opositor a Javier Milei y sin vías de diálogo. Imitando el escenario que se dio luego del Decreto 70/2023, que contenía una reforma laboral inconsulta con los popes gremiales, plagado de manifestaciones y un primer paro general a la gestión violeta.

Hasta la semana pasada, s

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