La nueva hora nos confunde, como la noche a Dinio. Ha sido atrasar el reloj y todo se retrasa, también las cabezas. El debate está centrado en si el cambio tiene beneficios o no para madrugadores y/o noctámbulos, para el ahorro de energía o la salud, el sueño o el metabolismo, qué lío. Allá la ciencia y el huso horario, allá las isobaras y los políticos… sea como sea el desajuste, siempre se produce algo (un hecho, no una opinión) que debiera alarmarnos: de nuevo nos han cambiado automáticamente la hora en el móvil y en el ordenador, sin que hayamos denunciado allanamiento. Aceptamos con naturalidad esa intromisión ¡en nuestros dispositivos! sin pensar que se empieza por ahí y llegará un día en que desde fuera nos enciendan la vitro o nos apaguen la calefacción o nos impongan, por la misma
La hora y lo demás
 La Nueva Crónica10 hrs ago79


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