La Universidad se revuelve contra el agitador ultra Vito Quiles y su tour del odio por campus de toda España. Ni siquiera el Opus Dei quiere a Quiles: la Universidad de Navarra, católica, privada y de la Obra, rechazó la semana pasada autorizar un acto del supuesto periodista en su sede Pamplona y hasta suspendió las clases  para evitar incidentes, según argumentó.

Se produjeron igualmente . El anuncio de la presencia de Quiles había provocado la convocatoria de una manifestación antifascista de la Coordinadora Juvenil Socialista, y un centenar de jóvenes se juntaron en los alrededores del campus para mostrarle a Quiles, estuviera presente o no, que no es bienvenido. El agitador anuló el acto dos horas antes de que sucediera , pero la policía ya había hecho acto de presencia y acabó cargando contra los manifestantes. Hubo dos detenidos .

La Universidad de Navarra se unía con esta decisión a una serie de rectorados que en las semanas previas habían prohibido también a Quiles realizar proselitismo –además de ruido, es lo que va a hacer a los campus–: universidades de Barcelona, La Laguna , Las Palmas , Granada –donde fue igual y montó un altercado– o Sevilla son algunas de las que ya habían tomado la misma decisión el pasado mes ante la evidencia de que el ultra no quiere debatir ni nada que se le parezca. “El conflicto, no la charla, es el verdadero evento”, nos cuentan expertos sobre lo que busca con estos eventos . En la mayoría de las ocasiones ni siquiera había pedido permiso para sus actos  (en cursiva, no son actos de verdad). Así, cuando se los nieguen, puede hablar de censura.

Los argumentos y el rechazo a Quiles se repiten por las diferentes universidades. La de Las Palmas de Gran Canaria emitió un comunicado la semana pasada rechazando la agitación “previa y premeditada” y recordando, en línea con otros centros, que “los campus son espacios de conocimiento, libertad y convivencia”. La de Navarra defendió que es “un espacio de pluralismo, diálogo, controversia y discusión de ideas”, pero no un lugar para “el activismo político o los intereses personales”, tan sesgados ven los actos de Quiles.

A raíz de Navarra y después de haberla montado en más de un campus, Quiles anunció que paraliza su tour durante un par de semanas “para poder coordinar con las autoridades un escenario que garantice la seguridad de la gente”, según dijo. Si tanto le preocupaba quizá podía haber pedido permiso a los centros de primeras y no plantarse ahí en hombros de neonazis y neofranquistas a imponer su voluntad .

Estaremos atentos a cómo evoluciona esta situación, porque de casual o improvisada tiene poco y seguro que tiene continuidad. La buena noticia es que la universidad se está resistiendo, incluso ante las amenazas de gente del entorno de Quiles como Javier Negre, otro supuesto periodista, que puso en la diana al rector de la Universidad Pablo de Olavide por rechazar la presencia del ultra en su campus.

Este tipo de acciones de la ultraderecha suele levantar ciertas preguntas que no parece que estén resueltas. ¿Es mejor ignorar el fenómeno y no darle visibilidad? ¿Conviene más desmontarlo, rebatirlo? ¿Se la hace un favor a su causa hablando de él? Raquel Marcos Oliva advierte en esta tribuna sobre los peligros de morder el anzuelo de Quiles .

Esta semana hemos hablado de...

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el acto de apertura del curso académico 2025/26.

  • 'Asalto' de Ayuso a la universidad: le da el poder económico a excargos del PP y empresarios.  Así lo contempla el anteproyecto de su ley de universidades: crea una oficina económica ajena a la estructura orgánica de las universidades, que tendrá la última palabra sobre cada gasto que se haga en los campus. ¿Que un departamento quiere sacar una plaza? Lo tendrá que aprobar esta oficina. ¿Un nuevo laboratorio? Lo mismo. El giro final es que esta nueva entidad la nombrarán los consejos sociales, donde el Gobierno regional ha ido colocando a sus afines (excargos populares, empresarios afines, incluso cargos de universidades privadas). Juristas de prestigio ven en esta medida un ataque directo a la autonomía universitaria, probablemente inconstitucional, dicen. Os lo explicamos con detalle en este artículo .
  • También relacionado con todo esto, esta semana el Gobierno de Ayuso ha presentado sus presupuestos, que incluyen una ligera subida, a todas luces insuficiente para las universidades. En este enlace encuentras la información sobre las cuentas y en este otro un análisis detallado realizado por Esteban Álvarez, que es el número tres del PSOE en la Asamblea pero también fue presidente de la asociación de directores de instituto de Madrid y sabe de lo que habla.
  • Rueda, a por la Universidade de A Coruña. Sin salirnos de los campus ni del PP, los populares gallegos han convertido un acto de apoyo al pueblo palestino en una guerra de banderas al denunciar como “un grave ataque al respeto institucional” que el rectorado de la universidad izara las enseñas palestina y gallega, pero no la española , acusando al centro (falsamente) incluso de haberla retirado ex profeso.
  • PP y Vox, enfrentados por la lengua en la escuela. Es una especie de tira y afloja entre los dos partidos . Los populares, que gobiernan en las islas con el apoyo del partido ultra, han presentado una proposición de ley para blindar por ley el castellano en las aulas respetando el bilingüismo que contempla el Estatut “sin imposiciones ni estridencias”, en alusión a la idea que tiene Vox de “revertir la imposición del catalán”.

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  • Sobre la formación del profesorado.  Recordaréis que la semana pasada abrimos el melón de la formación del profesorado , una cuestión peliaguda y bastante técnica pero que levanta fuertes debates entre los profesionales (al menos entre las redes, que siempre lo magnifican todo). De manera muy resumida: la polémica se centra en torno a la figura de los pedagogos, que han realizado una propuesta de cambio de los planes de estudio de Magisterio (que os cuento en el enlace de arriba) y que suelen ser señalados por muchos como los causantes de (casi) todos los males de la educación. Carlos Fernández Liria, escritor y profesor de Filosofía, argumenta en esta tribuna por qué cree que es así
  • El sueño cumplido de dos septuagenarias.  Ángela Caules y Manuela Castro tuvieron que dejar de estudiar en la adolescencia para ponerse a trabajar cuando tenían 14 años. Media vida después las dos se conocieron en las aulas de la UIB de Menorca estudiando Derecho para culminar el sueño que la miseria les impidió cumplir. Hoy las dos están licenciadas en Derecho, estudios que eligieron casi como reacción a que históricamente las mujeres solo estudiaban carreras sociosanitarias ligadas a los cuidados. Ambas están orgullosas a rabiar. “Esto no te lo quita nadie”, dicen . Igual siguen estudiando.