La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a una pena de nueve años y medio de prisión a un hombre que sometió a tocamientos y otras prácticas de tipo sexual, a la hija menor de la que era su pareja sentimental. La condena se produce por un delito continuado de abuso sexual , para el que se aprecia el atenuante de dilaciones indebidas.

Además, el condenado no podrá comunicarse con la víctima. Ni, tampoco, acercase a una distancia de metros de 500 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro espacio que sea frecuentado por la joven durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena de prisión. La Sala también obliga al condenado a indemnizar con una cantidad de 40.000 euros a la menor por los daños morales sufridos a consecuencia de los hechos. Todo elol, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

La sentencia impone también al condenado la libertad vigilada por un periodo de 10 años y le inhabilita para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o actividad, sean pagadas o no, que conlleven un contacto regular y directo con menores de edad. Y ello, por un tiempo superior a cinco años respecto de la duración de la pena de privación de libertad.

La sentencia considera probado que desde la que la niña contaba 13 años de edad, el hombre aprovechó la relación de familiaridad y la aproximación física y afectiva para someterla a actos de tipo sexual. Los abusos se producían cuando ambos se quedaban solos.

La menor no consintió ninguno de los actos sexuales , pero los soportó pasivamente. Creía que ese era el precio que debía pagar por estar en España. La niña buscaba excusas para no quedarse a solas con el hombre. De hecho, se negó muchas veces de forma expresa a las prácticas sexuales 

Pero el hombre le advertía que si no accedía a sus deseos le contaría cosas malas a su madre para que la riñera o la enviara a Rusia. Los abusos cesaron en 2015, cuando el condenado y su madre cesaron la relación. Y la niña dejó de convivir con él. En 2020, siendo ya mayor de edad, la joven contó a su madre lo que había sucedido. la madre denunció los hechos ante la Policía Nacional.