Tras ser expulsados de España, los judíos se repartieron por todo el Mediterráneo. Algunos fueron a Génova, llevando consigo su bizcocho de almidón de trigo

No siempre tenemos en cuenta lo importantes que han sido las restricciones alimentarias debidas a la religión en la historia de la cocina en general y de la del Mediterráneo en particular. En nuestro país, cumplir la abstinencia de carne ―que en realidad debería ser una mortificación, pues va acompañada de la vigilia, es decir, de la escasez de alimentos, los justos para subsistir― se ha convertido hoy en lo contrario, un lujo con langosta o merluza sin moderación. Hay un pueblo de origen mediterráneo, sin embargo, que desde muy antiguo ha conservado la mayor parte de sus restricciones hasta nuestros días sin solución de continuidad

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