Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera, altos cargos del PSOE de Madrid en diferentes etapas a lo largo del último año, han comparecido como testigos en el juicio contra el fiscal general para explicar cómo obtuvieron, en la mañana del 14 de marzo de 2024 y antes de que lo publicaran los medios de comunicación, un documento que reflejaba la confesión de fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Lobato ha explicado que frenó su exhibición en la Asamblea de Madrid esa mañana varias horas por “prudencia” y Sánchez Acera que lo obtuvo de un periodista cuya identidad no recuerda, negando ambos que supieran que el documento procedía de la Fiscalía o del Gobierno, como llegó a especular el juez Ángel Hurtado.

La causa del Tribunal Supremo se encontró con una nueva ramificación cuando Juan Lobato, entonces secretario general del PSOE en Madrid, acudió a un notario en noviembre de 2024 –tras la apertura de la investigación y poco después de los registros de la UCO– para consignar unos mensajes: los que cruzó con Sánchez Acera, entonces asesora en Moncloa, en los que ella le enviaba el documento con la confesión cuyo contenido ya se había filtrado un día antes en varios medios de comunicación.

Lobato ha negado claramente que supiera o sospechara esa mañana que la Fiscalía les había filtrado el documento, pero ha añadido que frenó su exhibición en la Asamblea de Madrid ante Ayuso por “prudencia” hasta que un medio de comunicación lo difundió. “Por criterio de prudencia, como técnico de Hacienda, es un documento que si no está certificado el origen es mejor no utilizar”, ha dicho.

Esa mañana Isabel Díaz Ayuso comparecía por primera vez en la cámara madrileña después de que elDiario.es revelara en exclusiva que su pareja había sido denunciada por fraude fiscal. La presidenta y su entorno habían dedicado el día anterior a defender que González Amador era una víctima de un complot estatal y la confesión, ya difundida parcialmente en la noche del 13 de marzo, desmentía esa estrategia. Hurtado abrió una línea de investigación al respecto y llegó a afirmar en su auto de procesamiento que la Fiscalía había filtrado el email siguiendo “indicaciones” de Presidencia del Gobierno.

Este miércoles, en la tercera jornada del juicio, el presidente del tribunal Andrés Martínez Arrieta ha recordado al abogado de la pareja de Ayuso que los jueces ya dejaron la posible responsabilidad de Moncloa en la filtración se había quedado fuera del proceso tras corregir a Hurtado. “El objeto del proceso es el que es, la Sala de Apelaciones ya retiró esa parte”, ha recordado al letrado mientras interrogaba al senador del PSOE, Juan Lobato.

Tanto Lobato, que terminó exhibiendo en la Asamblea una copia del documento que publicó El Plural esa mañana, como Sánchez Acera, han negado que recibieran la filtración de Moncloa o que recibieran instrucciones de Presidencia del Gobierno al respecto. “No, quizás alguna vez algún consejo, pero instrucciones y órdenes desde luego que no”, ha dicho Lobato.

Sánchez Acera ha reiterado lo que ya dijo en fase de instrucción: que ella esa mañana recibió el documento de un periodista cuya identidad no recuerda. “Me viene de un medio de comunicación, no puedo recordar de qué medio era el periodista. Pasaron ocho meses, me había olvidado bastante del tema y no he podido comprobar quién fue esa persona”, ha dicho Sánchez Acera, hoy secretaria de Organización del PSOE madrileño que dirige Óscar López. La entonces asesora de Moncloa cambió de teléfono al pasar al Ministerio y, ha dicho hoy, “tuve un cambio de terminal” y no conserva los mensajes.

Ha defendido que instó a Juan Lobato a exponer ese tema a Ayuso en la Asamblea de Madrid esa mañana porque ella, el día anterior, había “retorcido la verdad” sobre el caso. También ha incidido, como ya hizo ante el juez Ángel Hurtado en instrucción, que ella recibió “un documento distinto” y no el correo del abogado Carlos Neira. “Yo no recibo el correo, el famoso correo del 2 de febrero, no es un correo ni pone 2 de febrero”.