En un ecosistema digital saturado de promos, trámites exprés y pedidos urgentes, los atacantes perfeccionaron el arte de hacerte clickear. Un solo toque sobre un enlace falso puede instalar malware, robar contraseñas o capturar tus datos bancarios.

La buena noticia: con cuatro verificaciones rápidas podés desactivar la mayoría de los intentos.

1. Mirá la URL con lupa: errores, símbolos raros y dominios extraños • Pasa el mouse (sin hacer clic) y leé la dirección real que aparece en la barra de estado. • Desconfiá de faltas de ortografía (banсo.com con “c” cirílica), guiones y subdominios engañosos (banco.seguridad-ejemplo.com) y TLDs poco habituales para la marca (.xyz, .top, etc.). • Cuidado con los acortadores (bit.ly, tinyurl): usá un “expander” o pegá el link en el navegador si

See Full Page