Por vigésimo primer año consecutivo, la Fundación Photographic Social Vision organiza la exposición  World Press Photo   en el  Centre de Cultura Contemporània de Barcelona  (CCCB). La muestra, que recoge los  trabajos fotoperiodísticos  realizados en su mayoría durante 2024 y premiados por el jurado del concurso, se podrá visitar en las instalaciones del centro del 7 de noviembre al 14 de diciembre. El pasado año, según ha confirmado la mexicana Martha Echevarría, comisaria general de la muestra, que pasa por diversas ciudades del mundo, pasaron por este reciento 66.500 personas para ver las impactantes imágenes.

Este año World Press Photo, considerado el concurso de fotoperiodismo más prestigioso del mundo y que cumple 70 años de su primera exposición, cuenta además con el joven fotoperiodista catalán Samuel Nacar entre los ganadores, concretamente en la categoría de Reportaje Gráfico de la región de Asia Occidental, Central y Sur, con  Las sombras ya tienen nombre , sobre supervivientes de las prisiones de Siria que relatan las torturas que sufrieron durante el régimen del expresidente Bashar al-Asad.

El también español Luis Tato, ha sido asimismo galardonado con en la categoría de Reportaje Gráfico de la región de África, por su trabajo Revuelta juvenil en Kenia , que muestra la represión gubernamental de las protestas estudiantiles en Nairobi durante 2024, motivadas por la subida de impuestos, las dificultades económicas, la corrupción, la brutalidad policial y la desconfianza en la clase política, unas quejas que se repiten en numerosos países del mundo en desarrollo.

Samar Abu Elouf, cuando el exilio duele más que la guerra

Por su parte, el máximo galardón del World Press Photo 2025 ha ido a parar a la fotoperiodista gazatí refugiada en Qatar Samar Abu Elouf, de cuarenta años y que se encuentra separada de su familia y sus hijos desde que tuvo que dejar la franja tras solo dos meses de conflicto, aconsejada por el periódico para el que trabaja como freelance , The New York Times. Abu Elouf ha sido premiada por el tierno y a la vez estremecedor retrato de Mahmoud Ajjour, un niño palestino de solo 9 años –siete cuando ocurrió el ataque– al que un misil del ejército israelí amputó ambos brazos y que actualmente vive refugiado también en Qatar.

Durante el acto de presentación de la muestra, Elouf ha explicado que en su vida cotidiana antes del conflicto, ella trabajaba como fotógrafa documental y ni sospechaba que las circunstancias la obligarían a convertirse en fotoperiodista de guerra, responsabilidad que aceptó con naturalidad porque, asegura, la guerra en Gaza ha sido una constante durante toda su vida. “Yo nunca he podido vivir tranquila en Gaza; siempre he sabido que la paz en Gaza es solo el preludio de una nueva guerra, sin más futuro que la destrucción”, ha sentenciado esta mujer de rostro redondo y dulce cuya la inmensa tristeza se refleja en sus ojos.

Samar Abu Elouf con el retrato de Mahmoud al fondo.

“Cómo soy autónoma, pensaba que la escasez en Gaza era lo normal, que las penurias económicas eran lo normal y no había otra forma de vivir”, ha señalado para después matizar que “una vez en Qatar me he dado cuenta de que hay cosas peores como el extrañamiento de tus hijos, tu tierra, tu familia...” Por el momento Elouf no puede regresar a Gaza, ya que por su doble condición de gazatí y periodista correría grave peligro.

“Allí poco a poco mi trabajo se convirtió en peligroso, para mí y para los que estaban cerca mío”, desvela y concluye: “en pocos meses, los periodistas en Gaza se convirtieron en una diana del ejército israelí”. “Ahora he perdido la comunicación con mi familia y mis hijos, mi familia sufre hambre, de falta de medicamentos, apenas pueden sobrevivir y siento que los he dejado a todos solos”, ha remachado la periodista palestina entre lágrimas.

La inocencia amputada de Mahmoud Ajjour

Respecto del retrato premiado, Elouf ha señalado que “la historia de mahmoud es catastrófica”, dado que desde los siete años vive sin brazos. “Tiene una grave enfermedad dermatológica a causa de la guerra y no puede rascarse, tiene que hacerlo su madre”, ha explicado para ensalzar el drama de su mutilación. Le conoció, como a tantos otros niños mutilados –Gaza es el territorio del mundo con mayor número de menores amputados, por encima de las crónicas guerras africanas con minas antipersona–, en Qatar, donde muchos de ellos son llevados para recibir tratamiento y recuperarse.

“Mahmoud era mi vecino y correteaba con su patinete cerca de mi puerta, por lo que comencé a interesarme por su historia; me puse en contacto con su madre para poder conocerla y así acercarme a él”. Es entonces cuando conoce la realidad de muchos de estos niños y proyecta retratarlos para condensar su drama en una imagen. “Ha sido muy duro”, ha asegurado, “cada vez que retrataba a uno y escuchaba la historia de su mutilación, tenía que encerrarme una semana para coger fuerzas antes de hacer el siguiente retrato”. De Mahmoud explica una anécdota que refleja mejor que nada el terrible impacto de las bombas y la mutilación sobre la inocencia de estas niñas y niños gazatíes: “Cuando le terminaron de amputar los dos brazos, miró a su madre y le dijo: '¿Cómo podre abrazarte ahora, mamá?'”.

Samuel Nacar y los olvidados de las prisiones sirias

En la presentación de World Press Photo 2025 también ha estado presente el español Samuel Nacar para explicar su reportaje sobre los presos encerrados y torturados durante años en las cárceles del régimen de Bachar El Asad. Nacar ha explicado que comenzó a interesarse por el conflicto sirio a raíz de los numerosos refugiados que llegaban a Europa. “Traté de entrar en los años de la guerra, pero resultaba extremadamente peligroso”. “En cambio”, señala, “cuando cayó el régimen de El Asad la represión desapareció y entrar y moverse por Siria dejó de ser peligroso”.

Samuel Nacar posa delante de algunas de sus fotografias.

Es entonces cuando Nacar llega hasta Damasco y accede a las prisiones solo dos días después de la caída del régimen dictatorial. Desde allí dentro desarrolla su proyecto fotográfico bajo el enigmático nombre de Las sombras ya tienen nombre , en referencia a los presos desaparecidos que por fin veían la luz. Ha contado historias estremecedoras de celdas donde entraron siete años antes 40 presos y solo salen 20, ya que la mitad perecieron por las torturas.

Su reportaje, de cuerpos consumidos y caras atormentadas y cercanas a la demencia, explica la historia de estos hombres, falsamente acusados por el estado de terrorismo, y también de sus madres y otros familiares que les han buscado ansiosamente, invirtiendo todos sus ahorros en la indagación del paradero del hijo. Una de las imágenes más impactantes de Nacar, es la de un preso semiinconsciente que es sacado de una celda en camilla mientras una multitud se inclina suplicante sobre él. “Quieren preguntarle si conocía a sus familiares desaparecidos”, apostilla Nacar. El régimen de Al Asad contabilizó miles de desaparecidos y conservaba expedientes de la gran mayoría de sus ciudadanos, en especial de los estudiantes, tal como atestigua otra de las imágenes que expone el fotógrafo español.

Otros focos, el cambio climático, la política y las migraciones

Otros focos de World Press Photo 2025 son las migraciones y sus efectos en la explotación laboral, tal como reflejan trabajos tan variados como el de la portuguesa Maria Abranches sobre una cuidadora de ancianos mozambiqueña en Lisboa. O Senderos de esperanza desesperanzada , el trabajo del colombiano Federico Ríos para The New York Times, sobre las migraciones a través de la peligrosa selva de Darién en Panamá. También destaca la imagen del fotógrafo estadounidense John Moore llamada Cruzar de noche , para Getty Images, un documento visual que muestra a migrantes chinos entrando en calor bajo una fría lluvia tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.

'Cruzar de noche', un documento visual que muestra a migrantes chinos entrando en calor bajo una fría lluvia tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.

Respecto al cambio climático, destaca el trabajo del mexicano Musuk Nolte sobre la sequía en el Amazonas, así como otros de Anselmo Cunha sobre las grandes inundaciones en Porto Alegre (Brasil), o el de Amanda M. Perobelli sobre esas mismas inundaciones, las peores en la historia del país sudamericano.

'100 South America Stories', sobre la sequía amazónica.

En cuanto a la inestabilidad política, tal vez la imagen más espectacular sea la del atentado contra el actual presidente de Estados Unidos Donald Trump.

Imagen del atentado contra Donald Trump el 13 de julio de 2024.